25 OCTUBRE 2016
La pasada semana el equipo de INDOMOTIQ hemos visitado la casa inteligente y accesible que está recorriendo España de la mano de la Fundación ONCE.
Nos pareció una visita realmente interesante, ya que comprobamos cómo todas las funcionalidades de la domótica pueden aplicarse, ya no sólo para mejorar la eficiencia y el confort, sino también para conseguir que cualquier persona sea independiente y pueda vivir sola en su propia casa. La domótica no sólo es aplicable para encender luces y abrir persianas desde un móvil, un mando o sólo con la voz; esto no es nada comparado con lo que esta tecnología nos permite hacer. Ver quien llama al timbre y abrirle la puerta desde el móvil; regular en altura la mesa, la encimera de la cocina; hacer que un brazo articulado saque la ropa del armario para facilitar el acceso; un váter también regulado en altura; accionamiento de los electrodomésticos desde móvil; escenas de iluminación para mejorar el estado de ánimo o ayudar a relajarse, incluso iluminación biodinámica que sigue el ritmo temporal de sol y oscuridad, muy útil para aquellas personas que tienen que pasar mucho tiempo en casa.
Pero la domótica no sólo es útil para el que vive en la casa, también para el que se preocupa por él. Alfombras de pies de cama que avisan si alguien se ha levantado de la cama o no ha ido a la cama, incluso si se ha caído de la cama; sensores que avisan de caídas en el baño; pulsadores o tiradores que facilitan la petición de ayuda.
Cómo veis, infinidad de cosas. Sólo hemos encontrado un fallo a esta casa (¡alguno había que poner!) y es que cada funcionalidad cuenta con su propia aplicación o mando. A nosotros no nos parece útil que la persona que viva en la casa tenga un mando para abrir la puerta, otro para sacar la ropa del armario, otro para abrir una puerta… O una aplicación de móvil para encender una luz, otra para activar la lavadora… Creemos que es mejor que todos los sistemas estén integrados y así poder hacerlo todo desde un mismo mando o una misma aplicación móvil, siempre de muy fácil usabilidad. Pero en esta casa hay excusa para que no sea así. Para crearla han participado varios fabricantes distintos y cada uno ha llevado su propio dispositivo de forma independiente y, por tanto, su forma de controlarlo. En una casa para un uso real, habría que buscar la forma de solventar este problema.
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