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La domótica tiene como fin último integrar en un mismo sistema todas las instalaciones de tu casa (iluminación, calefacción, persianas, seguridad, audio…) para que así puedan funcionar de forma conjunta, en relación unas con otras y de forma inteligente.

Y una vez dejado esto claro, en el post de hoy nos vamos a centrar en la ILUMINACIÓN.

¿Qué es lo que nos permite la domótica hacer con la iluminación de tu vivienda?

   -  Control individual y colectivo de luces – para incluir estas luces en las escenas ambientales, poder controlarlas desde el móvil…

   -  Regulación automática en función de la luz exterior o las necesidades puntuales – porque no se necesita la misma intensidad de luz artificial al atardecer que en noche cerrada, la luz puede ir aumentando su intensidad automáticamente según van cambiando las condiciones. Ni tampoco es lo mismo si estás leyendo un libro o cocinando.

   -  Programaciones horarias – puedes hacer que la luz del porche se encienda automáticamente a las 8 de la tarde o con el anochecer y se apague a las 8 de la mañana o al amanecer...

   -  Encendidos automáticos por detección de movimiento o de presencia – si las luces de pasillos y baños se encienden automáticamente sólo cuando tú pasas (y sólo si es de noche o realmente hace falta), nunca te las olvidarás encendidas.

   -  Apagados generales y selectivos – con sólo tocar un pulsador (colocado al lado de la puerta de salida, o de la mesita de noche…) o con un clic en tu móvil, podrás apagar de una vez todas las luces de la casa o las de las zonas comunes. Así nunca quedará ninguna luz encendida por olvido.

Y todo esto no sólo implica un mayor confort, si no que mejora la eficiencia energética de tu casa…. ¡¿Qué más se le puede pedir?!

Por cierto… estamos hablando sólo de tu casa, pero… imagínate lo útil que esto sería para un negoció (oficinas, restaurantes, hoteles, escaparates…). Pero esto daría para otro  (u otros) post, así que ¡lo dejamos para otro día!