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La domótica accesible, la gran aliada de residencias y hospitales

9 OCTUBRE 2014


La domótica accesible no sólo facilita la vida autónoma en su propia casa a las personas mayores o con diversidad funcional, sino que también es una gran aliada para el su cuidado una vez que se encuentran en una residencia u hospital.

Por una parte, a los cuidadores les facilita su trabajo y proporciona mayor seguridad, mientras que a los que son cuidados les proporciona una mayor comodidad y sensación de libertad.

Pues vale, muy bonito todo, pero ¿cómo puede conseguir esto la domótica?

Pues venga, ahí van algunos ejemplos:

  - Sensores en las camas permiten a los cuidadores que están en el puesto de control saber, a tiempo real, qué paciente se ha levantado por la noche y cuándo vuelve a acostarse. De hecho, si tarda más tiempo del prefijado, el cuidador recibirá una alarma.

  - El sensor de la cama puede incluso controlar la luz del baño durante el horario nocturno. Así, si el paciente se levanta por la noche, la luz del baño se encenderá automáticamente, lo que le ayudará en su orientación; mientras que, una vez vuelva a la cama, la luz se apagará.

  - Sensores de humedad en las camas permitirán a los cuidadores cambiar la ropa de cama inmediatamente, lo que evitará que los enfermos pasen húmedos más tiempo de lo aconsejado.

  - Sensores de caídas en baños, al lado de cama, pasillos… avisarán inmediatamente a los cuidadores de estas incidencias.

  - Mediante sensores de apertura de las puertas de las habitaciones (que pueden activarse sólo por las noches) o con el control de errantes por pasillos (a través de pulseras), los cuidadores sabrán qué paciente ha salido de la habitación. Además, mediante el control de accesos, los enfermos no podrán entrar en las zonas restringidas. ¿Qué se consigue con esto? Pues que los pacientes tengan una mayor sensación de libertad, mientras que los cuidadores saben en todo momento dónde se encuentran.

  - Con vistas a un mayor confort de los pacientes, ellos mismos podrán activar mediante voz (sólo con pedirlo en voz alta) la luz, la calefacción, las persianas, la tele, la cisterna…

  - Es posible monitorizar el estado físico de los pacientes, como las constantes vitales, de forma que si se desvían de ciertos límites, los cuidadores recibirán inmediatamente un aviso.

  - Para mejorar la seguridad de los cuidadores, que en ciertas ocasionas se puede llegar a ver comprometida, pueden usarse un botón de pánico (en pulseras) que, una vez activado, avisará a los compañeros de dónde se encuentra.

  - Es posible comprobar la efectividad del personal sanitario mediante el control de rondas, el control de su tiempo de respuesta a una alarma…

  - Las cámaras de seguridad, accesibles desde el ordenador del puesto de control o desde móvil, permiten saber lo que ocurre en cualquier lugar y momento.

Las posibilidades son ilimitadas, ¿no te parece?

Y eso por no hablar del ahorro energético que podría conseguirse en la instalación mediante: control de luces por presencia, programaciones horarias de la climatización, apagado de climatización al detectarse apertura de ventanas o en habitaciones desocupadas…
Vaya invento éste de la domótica… (bueno, realmente en este caso estamos hablando de inmótica, pero ¡eso lo explicamos otro día!)

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