10 FEBRERO 2016
¿Para qué tener siempre encendida la calefacción a una misma temperatura a todas las horas del día, estés o no en casa? ¿Eso no supone un gasto innecesario? Pues sí… Pero tampoco es plan de que tú estés pendiente continuamente, y a cada rato, de encenderla, apagarla, subir, bajar temperatura… ¿no? Tu tranquilo, ¡para eso tienes la domótica!
La domótica te permite hacer programaciones de la temperatura de consigna por horario, incluso por zona de la casa. ¿Qué quiere esto decir?
Pues que en horario laboral, cuando la casa está vacía, la temperatura de consigna puede bajar unos grados automáticamente y, a la hora en la que vuelves, vuelve a subir para que te encuentres la casa calentita. Eso sí, el fin de semana el horario cambia, igual que tus costumbres. Por eso los sábados y domingos por la tarde la temperatura del salón está un poquito más alta que en las habitaciones, total, tampoco estás en ellas… Pero por la noche y por la mañana es al revés.
¿Y cuando te vas de vacaciones o a pasar el fin de semana fuera? ¿Para qué tener la calefacción encendida? Lo mejor es apagarla y programarla para que, cuando vuelvas, esté ya activada y la casa a una buena temperatura.
En resumen, lo que consigues con la domótica es ahorrar el máximo en calefacción, pero sin pasar ni pizca de frío y siempre disfrutando de la mejor temperatura en cada momento.
Por no hablar de que si tienes sensores de ventana abierta, la calefacción se apagará inmediatamente en cuanto se detecte una ventana abierta y se volverá a encender en cuanto se cierre esa ventana.
¿No te parece útil esto de la domótica? ;)
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