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¿Ya sabes lo que es la domótica? ¿Ya has leído nuestro post en el que explicamos lo que es? Bueno, pues la inmótica es lo mismo, pero aplicada a edificios en vez de viviendas.

Hablamos de domótica cuando nos referimos a viviendas, tanto unifamiliares como pisos. Sin embargo, hablamos de inmótica cuando nos referimos a edificios en su conjunto: comunidades de vecinos, hoteles, edificios de oficinas, hospitales, residencias, museos, restaurantes, gimnasios… es decir, del sector terciario en general.

Vamos a poner un ejemplo: si conviertes tu pisito en un hogar inteligente, de forma que puedes controlar la iluminación, el clima, persianas, etc., entonces es que tienes domótica en tu casa. Pero si tu comunidad de vecinos ha decidido, tras una siempre intensa reunión de vecinos, que se van a implantar controles inteligentes de la iluminación de las escaleras y portal, control del funcionamiento del ascensor, de la sala de calderas, de las zonas comunes de todos los vecinos, etc., entonces es que tu comunidad de propietarios contará con un sistema inmótico.

Y, ¿cuáles son las ventajas de la inmótica? Pues muy sencilla: las mismas que las de la domótica. Es decir, ahorro y eficiencia energética, seguridad, confort, atención a las personas, comunicación, control y personalización.

Por cierto y sólo por curiosidad, el término inmótica está compuesto por inmo- de inmobilis (del latín inmueble,  edificio) y –tica (de automática en griego: que funciona por si mismo).

¿Sabías lo que es la inmótica? Pues si no lo sabías, podemos aplicar el dicho de ¡nunca te acostarás sin saber una cosa más!